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"Latinoamerica Unida Jamas sera Vencida"

En un contundente gesto de rechazo, los países del Mercosur anticiparon que no considerarán válido ningún acto unilateral de parte del gobierno golpista de Honduras, ni siquiera el llamado a elecciones. Así quedó consignado en el documento final de la cumbre que se realizó ayer en Asunción. La propuesta partió de Cristina Kirchner: “No podemos tolerar lo que sería una ficción de un gobierno de facto que destituye a un gobierno democrático, luego se compromete a llamar a elecciones y entonces se reconoce ese proceso electoral posterior”, sostuvo durante el plenario.
El golpe en Honduras estuvo presente en todos los discursos durante la cumbre.
La apertura de la sesión corrió por cuenta del anfitrión, Fernando Lugo. “Honduras es una herida que sangra”, lanzó el paraguayo. Lugo profetizó que “ese golpe no quedará impune”.
El segundo turno correspondió a la presidenta argentina. La cumbre volvió a mostrar a Cristina Kirchner en un rol activo respecto del golpe en Honduras. “Es importante abordar la cuestión sin discursos inflamados, ni agresiones, pero sí con mucha decisión y precisión, que también debemos condenar cualquier intento de lo que denomino ‘golpes benévolos’, que serían destituir a través de una gestión cívico-militar a un gobierno constitucional, pasar un tiempo y luego convocar a elecciones –que seguramente tendrán la presencia de numerosos delegados internacionales– y de esta manera legalizar lo que constituye un golpe y entonces concebir la carta de defunción de la Carta Democrática de la OEA y también hacer una ficción la cláusula democrática de nuestro Mercosur”, subrayó en su intervención.
Tabaré Vázquez tomó la posta y consideró que el bloque debía considerar inválido ese llamado a comicios.
El brasileño Luiz Inácio Lula da Silva también fue enfático. “Lo de Honduras es un retroceso democrático que no se puede tolerar y con el que no se puede transigir”, despachó.
El resultado fue una muestra de respaldo del bloque al gobierno democrático de Zelaya y de repudio al de Roberto Micheletti, con una contundencia que no suele verse en los almibarados ámbitos diplomáticos. En una declaración los presidentes expresaron que “no reconocerán a ningún gobierno que surja de esta ruptura institucional”. “El gobierno constitucional y legítimo de Honduras es el encabezado por el presidente Manuel Zelaya”, para quien exigieron “el retorno sin restricciones”.
Por Fernando Cibeira

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